sábado, 23 de abril de 2011





Toda generación tiene la responsabilidad de ofrecer a la siguiente lo mejor, en todos los sentidos. Nosotros, siendo ahora la élite, padres, bibliotecarios, profesionales, desde cualquiera de las posibles actividades que ocupemos, podemos tratar de ofrecer lo mejor a aquellos que nos rodean, o a tantos como podamos. La Biblioteca Pública de Boston tiene grabado sobre sus puertas "Abierta para todos".  La tecnología es el mejor amigo de un bibliotecario. Gracias a ella hemos superado a los egipicios que fueron capaces de construir la Biblioteca de Alejandría con la idea de copiar cada libro de todos los pueblos del mundo. El problema es que uno tiene que ir hasta Alejandría para entrar en su biblioteca. El acceso universal a todo el conocimiento está a nuestro alcance. Realmente podemos lograr que todo lo que ha sido publicado, todo lo que se haya querido distribuir, esté disponible para cualquier persona que en cualquier momento quiera tener acceso a ella.

Cierto es que hay asuntos críticos sobre cómo administrar el dinero, pero hay mucho dinero y mucha demanda de manera que es posible. En cuanto a los libros se refiere, nos surgen varias preguntas: ¿Cómo es de grande un libro? Si quieres colgar todas las obras publicadas para que todo el mundo tenga acceso a ella ¿qué tipo de problemas nos pueden surgir? En realidad desconocemos la respuesta, por el momento.

La biblioteca de impresos más grande del mundo es la Biblioteca del Congreso con sus 26 millones de volúmenes. Un libro ocupa como un megabyte si lo tenemos en Microsoft Word. Así que un megabyte, 26 millones de megabytes, son 26 terabytes. 26 terabytes caben en un sistema computacional en discos duros giratorios Linux, y cuesta unos 60.000 dólares. Así que por el precio de una casa puedes tener la Biblioteca del Congreso al completo. 

Sin embargo leer cosas en un ordenador da la senacación de estar en la oficina. Esa es una de las razones por las cuales Kindle es tan atractivo. No se tiene la sensación de estar trabajando cuando leemos en un Kindle; comienza a ser algo más especial. 

Los libros de papel siguen gustando y es difícil pasar del libro impreso al digital tan drásticamente. Sin embargo, se puede usar la tecnología para digitalizar cosas, ponerlas en la red para después descargarlas, imprimirlas, encuadernarlas, y terminar así de nuevo con un libro. Los creadores de Internet Archive crearon una especie de “libromóvil” del tamaño de una furgoneta con una antena satélite, una imprenta, encuadernadora y guillotina. La gente puede hacer sus propios libros y cuesta unos tres dólares descargar, imprimir y encuadernar un libro común. Realmente se pueden editar libros por apenas un centavo la página..

La idea es que esta tecnología nos permita nuevamente volver a poner libros a disposición de las personas Existen “libromóviles” en distintas partes de los Estados Unidos. En India hay unos cuantos “libromóviles” recorriendo lugares. La idea de usar esta tecnología para terminar con libros de papel, suena un poco contradictorio. Puede ser una especie de utopía, pero si pensamos en que este tipo de tecnología podría funcionar en Uganda, entonces hablaríamos de algo más importante. Esto es lo que suceció con Internet Archive. Lograron fondos del Banco Mundial para tratar de llevar a cabo su proyecto y se dieron cuenta de que en 30 días podían llevar un par de personas de Silicon Valley volar con ellos a Uganda, comprar un carro e instalar la primera conexión de Internet en la Biblioteca Nacional de Uganda, establecer qué querían ellos y poner en marcha en el sector rural de Uganda un programa para hacer libros.
Lo que descubrieron con esto es que no tenían los libros adecuados. Los libros estaban en la biblioteca. Podrían ponerlos a disposición de las personas si se digitalizaban, pero no sabían cómo digitalizarlos. Hay algunas nuevas tecnologías para conseguirlo como por ejemplo una máquina de impresión que se parece a una máquina de Rube Goldberg. Funciona con varias cintas correderas, se llama "La máquina expresso de libros" tarda unos 10 minutos para hacer un libro desde que se pulsa el botón. Otro aparato fascinante es el lector de libros electrónicos en el que se pueden leer libros escaneados fácilmente. De esta manera, la idea de libros electrónicos está empezando a tomar forma.

Hay un asunto político y social en esto. A medida que todo se vuelve digital, ¿será público o privado? Hay algunas grandes compañías que tienen esta visión, y han realizado digitalizaciones a gran escala, pero han bloqueado el dominio público. La pregunta es: ¿es éste el mundo en el que queremos vivir? ¿Cuál es el rol de lo público contra lo privado a medida que la cosas avancen?¿Cómo podemos llegar a tener un mundo donde tengamos tanto bibliotecas y publicaciones en el futuro, tal como lo ha conocido nuestra generación? 
El acceso universal a todo el conocimiento  es uno de los más grandes logros de la humanidad, como el hombre en la luna o la biblia de Gutenberg o la Biblioteca de Alejandría. Puede que sea el logro por el que se nos recuerde en el futuro.

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